VUELTA A CASA

TERCER DIA: El regreso.

Bueno, todo lo que empieza tiene que acabar. El sábado se levantó perfecto, viento de 8 nudos, un día precioso, todos animados.......excepto los Adsuar que ha causa de su fustración marital comenzaron a gritarme como dos energúmenos y todo porque quedaban seis minutos para salir y yo no estaba en el barco (estaba devolviendo el coche). Hay que ver que carácter, luego dicen de mi...............

La cuestión, tomamos la salida y como siempre, salimos bien colocados pero en otra dirección. El viento sopló fuerte toda la mañana pero cerca del mediodía comenzó a amainar y aprovechamos para jalar. Mientras estaba haciendo la contra, el patrón amablemente no maniobró a tiempo y nos tragamos una ola entera con lo cual se me mojaron hasta...........las ideas. Tuve que ponerme al sol como los lagartos.

Ya por la tarde y viendo que la cosa no iba, el patrón decidió poner el Spin (foto 1), en una maniobra digna del ALINGHI (El actual poseedor de la Copa del América): tardamos media hora en ponerlo y tres horas despúes estaba echo un ocho y desventado. Magnifica navegación la que hicimos con trampas incluidas y el barco encima, estaba muy sucio pero Miguel descubrió el "algodón mágico" con el que se acabarían los problemas de limpieza (me dió un ataque de risa de casi una hora). Por la tarde recogimos el Spinaker dada su poca utilidad y cogió el timón el "Príncipe de Los Gitanos". De nuevo la única precupación de los hombres era ganar al ISLA DEL AIRE, lo único que fueron más listos y se habían retirado sobre las 16:00 horas viendo que no habia viento. La alegría fué inmensa cuando avistamos el Peñón de Ifach (foto 2) ya que habiamos ido toda la jornada en dirección al Montgó (Dénia). El Táctico del barco me comentó su deseo de irse al Tibet a meditar ya que no le convencia su cargo. En ese momento decidí que éste verano me sacó el PER y que la próxima regata participó yo llevando un velero, porque queridos, si con cuatro patrones en el barco somos incapacez de hacer nada yo creo que tengo muchas posibildades (de echo estoy segura que el carné que tienen es falso) de hacer un buen papel, por lo menos, tengo mucha más orientación, y sin GPS.

Bueno, llegamos a puerto reventados, recogimos las cosas, sacamos la basura, limpiamos (con el algodón) y cuando me disponía a bajar del barco me resbalé en el pantalán y me caí al agua. Dios¡¡¡¡¡¡ siempre me había preguntado que se sentiría al caer al agua y en esas circunstancias y ahora ya lo sé. La cuestión es que me rescataron (tendré que caerme más a menudo) y me había dado un golpe en la espinilla muy fuerte: El resultado fué que me salió un huevo enorme y tuve que ir a ducharme y ponerme hielo. Sobre la una de la madrugada llegaba a mi casa, malherida, cansada, durmiendo pero muy muy feliz. Adoro navegar, adoro el mar.