jueves, 15 de mayo de 2008

DESDE EL INFIERNO


No hay nada peor que caer en un pozo y no saber dónde está la salida. No tener motivación para vivir y sólo pensar en la inutilidad de la propia existencia. No querer avanzar porque al levantar la cabeza y ver el camino, solamente se ve un muro de piedra impenetrable. No poder seguir porque la mente está anulada, el corazón destrozado y el cuerpo vacio de emociones. No intentar nada más que dejar de existir en ese mundo interior de desesperanza. Dejar pasar la vida observando la vida de los demás................. Pero aunque uno se crea que el final no existe y la vida no merece la pena, entonces y sólo entonces, alguien o algo te tiende una mano a la cual te aferras y que te saca de la oscuridad. La vida no es más que una escalera en la cual algunos peldaños están rotos y si la intentas subir sin fijarte en los mismos, te vuelves a caer y sólo tienes dos opciones o volver a intentarlo con más atención o quedarte en el suelo viendo cómo suben los demás, envidiándolos por ello. Hay que mirar en el interior, sacar fuerzas de dónde no las hay y avanzar aunque no haya camino.
Llevo mucho tiempo sin escribir sumida en un infierno, pero el fuego que me quemaba por dentro se ha convertido en una llama de luz, fuerza y esperanza. Tengo mucha vida por vivir y muchas historias que protagonizar. Así que el infierno puede esperar.